Alarmados por los acontecimientos europeos y asiáticos previos a la II Guerra Mundial, y atentos a los nuevos desarrollos en materia de tanques, el Gobierno norteamericano se percató de que la totalidad de su material blindado estaba obsoleto, y comenzó con un programa de modernización, cuyo primer resultado fue el tanque ligero M-3. La producción de este tanque empezó en marzo de 1941 y duró hasta octubre de 1943, habiéndose fabricado más de 25.000 unidades de varios tipos que vieron acción en todos los frentes de guerra.
En lo terrestre, la primera contribución al esfuerzo de guerra británico fue el envío de estos tanques ligeros M-3 a África del Norte. Rápidamente, los británicos se adaptaron a su novedoso motor radial y a sus excelentes características de velocidad y movilidad, y lo denominaron cariñosamente Honey, a pesar de que el nombre oficial correspondió al de tanque ligero M-3 Stuart, en honor al general de la caballería confederada norteamericana. Ya en noviembre de 1941, durante la Operación Crusader en el desierto libio, se demostró que este tanque no podía enfrentar a los modelos más avanzados que oponían los alemanes y pronto fue relegado a misiones de seguridad, exploración y escolta. No obstante, el M-3 Stuart era rápido, mecánicamente confiable y muy adecuado a sus nuevas misiones.
Con el ingreso de Estados Unidos a la II Guerra Mundial y la inclusión de los países latinoamericanos al esquema de defensa hemisférica, llegó a Chile durante 1943, una primera partida de 12 tanques M-3 Al y 15 carros de reconocimiento Scout M-3, que fueron destinados a la Escuela de Unidades Motorizadas que, dadas las circunstancias, cambió su denominación por Escuela de Unidades Mecanizadas. Se inició de inmediato un intensivo entrenamiento de las primeras tripulaciones a cargo de instructores estadounidenses y, simultáneamente, un grupo de oficiales chilenos viajó a Estados Unidos para realizar un curso de conducción de unidades blindadas. La participación de estos tanques durante las maniobras de 1944 en el Fundo El Peral, cerca de Santiago, causó una positiva impresión tanto entre el alto mando del Ejército, como también en círculos políticos y civiles. El tanque M-3 Al fue el primer tanque del Ejército chileno y el medio fundamental sobre el que se desarrolló la doctrina blindada nacional de esa época, que tuvo la virtud de integrar tanto las concepciones de empleo norteamericanas, como las tácticas desarrolladas por los alemanes.
Posteriormente, entre 1944 - 1945, continuaron llegando nuevas partidas de tanques para el Destacamento Blindado N.°l en Iquique, el que al fusionarse con el Regimiento de Caballería N.° 1 Granaderos en 1957, se denominó Destacamento Blindado N.°l Granaderos.
Estos tanques a pesar de su temprana obsolescencia, sirvieron al Ejército chileno en forma destacada, instruyendo a muchas generaciones de tanquistas imbuidos con un nuevo espíritu, el de la movilidad y velocidad aplicada a la potencia de fuego, creando así los primeros esbozos de la Guerra de Maniobra, pilar de la actual doctrina institucional.
Con la llegada de tanques y carros más modernos durante 1971 y la creación de las compañías de exploración blindadas, en los Regimientos Rancagua y Calama, se asignaron a ellas 12 tanques que aún se encontraban operacionales.
Los tanques M-3 Al Stuart fueron retirados del servicio en 1975, pero todavía existen algunos ejemplares en condiciones de desplazarse, los que año a año participan orgullosamente de las ceremonias de la Caballería Blindada.
Fuente y agradecimiento:
FAMILIA ACORAZADA DEL EJERCITO DE CHILE
HISTORIA DF LOS VEHÍCULOS BLINDADOS DEL EJERCITO
(1936-2009)













